La reciente muerte de Janeth Gallardo, una enfermera con más de una década de servicio en el Hospital Regional San Juan de Dios, ha desatado una ola de indignación entre los trabajadores del sector salud. Se reporta que Gallardo, tras recibir un memorándum de despido, tomó la trágica decisión de acabar con su vida, lo que ha llevado a los sindicatos a exigir la renuncia de las autoridades del Servicio Departamental de Salud (Sedes).
El Sindicato de Trabajadores en Salud, liderado por Omar Velásquez, ha confirmado que se han emitido memorandos de despido, a pesar de que las autoridades del Sedes habían negado previamente la realización de tales acciones. Este suceso ha generado un clima de descontento, con los trabajadores cuestionando las decisiones del director del Sedes, Oscar Camacho, y de la responsable de Recursos Humanos.
Este miércoles, los trabajadores del sector se reunirán para abordar la situación y discutir posibles movilizaciones, con el objetivo de exigir cambios en la dirección del Sedes. Velásquez ha denunciado no solo los despidos, sino también irregularidades en la contratación de personal, sugiriendo que se favorece a familiares de figuras políticas en el proceso de selección, lo que ha incrementado la desconfianza entre los profesionales del área.
Edwin Valdez, presidente del Colegio Médico de Tarija, también ha manifestado su preocupación por la inestabilidad laboral en el sector salud. Ha señalado que los trabajadores están siendo forzados a aceptar traslados bajo la amenaza de despido, una situación que, según él, ha contribuido a la tragedia de Gallardo y que exige un respeto estricto a los derechos laborales.
Por su parte, la Gobernación de Tarija, a través de su vocero Carlos Baldiviezo, ha rechazado las acusaciones de los trabajadores, advirtiendo que el caso no debe ser politizado. Baldiviezo ha criticado a la asambleísta Marina Cachambi por, según él, desinformar al público sobre las circunstancias de la muerte de la enfermera.
El vocero gubernamental ha enfatizado que la administración actual no tiene la intención de perjudicar a los trabajadores ni de ejercer presiones políticas, en contraste con gestiones anteriores que, según él, llevaron a despidos masivos. Baldiviezo ha asegurado que la Gobernación actuará con responsabilidad y no seguirá el mismo patrón que sus predecesores
