Lucy Humphrey solo contaba con unos pocos años de vida cuando hizo un viaje con su pareja y sus dos perros a la playa de Cold Knap en Barry. Allí, una desconocida “elegida” por una de sus mascotas resultó ser la donante perfecta para su trasplante de riñón. Ahora, Lucy recupera su vida gracias a la generosidad de Katie James.

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