Francisco Vargas, vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), ha expresado su preocupación sobre el futuro de las elecciones generales de 2025, señalando que su realización podría verse comprometida si la Asamblea Legislativa Plurinacional no aprueba la nueva ley de distribución de escaños. Esta legislación es esencial para que el TSE pueda definir el nuevo mapa electoral, que incluye la reconfiguración de circunscripciones, y debe ser ratificada durante diciembre para que el organismo electoral pueda comenzar a trabajar en ello en el primer trimestre del próximo año.
Vargas subrayó que, conforme a la Constitución, es necesario realizar la distribución de escaños tras el censo, un proceso que debe ser formalizado mediante una ley. El TSE ha preparado un informe técnico que respalda un proyecto de ley que propone un escaño adicional para Santa Cruz y la reducción de uno para Chuquisaca. Sin embargo, el organismo electoral no ha sido convocado por el Legislativo para presentar y discutir esta propuesta.
El vicepresidente del TSE enfatizó la urgencia de la aprobación de esta normativa en diciembre para poder iniciar la delimitación de circunscripciones uninominales en el primer trimestre de 2025. Destacó que la distribución de escaños, basada en los resultados del censo, también influye en la configuración de las circunscripciones, ya que algunas ciudades, debido a su mayor población, requerirán ajustes en su tamaño.
Vargas reiteró que la aprobación de esta ley es una condición indispensable para el éxito del proceso electoral, ya que sin ella, la elaboración del mapa electoral se complicaría significativamente. La convocatoria para las elecciones generales debe realizarse a mediados de abril de 2025, lo que añade presión a la situación.
Desde el censo realizado en marzo de este año, el TSE ha enviado el proyecto de Ley de Distribución de Escaños al parlamento, pero hasta la fecha no ha sido discutido en ninguna instancia. Este proyecto contempla que Chuquisaca cedería un escaño a favor de Santa Cruz, un cambio que ha encontrado resistencia por parte de los representantes chuquisaqueños, quienes argumentan que ya han perdido escaños en ocasiones anteriores.
Actualmente, Bolivia cuenta con un total de 130 diputados, distribuidos entre plurinominales y uninominales, además de un grupo de diputados indígenas originarios. En este contexto, Chuquisaca tiene 10 representantes, mientras que Santa Cruz cuenta con 28. La nueva ley de escaños, de ser aprobada, modificaría esta distribución, reduciendo la representación de Chuquisaca a 9 escaños y aumentando la de Santa Cruz a 29, igualando así el número de representantes con La Paz