Un episodio de violencia extrema conmocionó a la comunidad de Alto Bolívar, ubicada en el sur de Cochabamba. Un hombre de 46 años, identificado como Rubén A. L., fue brutalmente agredido por una multitud que lo acusaba de cometer robos reiterados en el vecindario, falleciendo como resultado de la golpiza. Posteriormente, los residentes incendiaron su vivienda, destruyendo por completo su interior, en un incidente que las autoridades investigan como un linchamiento seguido de daños materiales.

El ataque tuvo lugar cerca de las 8:40 de la mañana. Al llegar al lugar, los agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) encontraron el cuerpo sin vida del hombre, tendido boca abajo. La identidad fue confirmada por tres hermanos y la hija mayor de la víctima. Lo que llamó la atención de los investigadores fue la participación masiva de la comunidad, incluyendo a dirigentes barriales, en el ataque.

Después de la agresión, la multitud se dirigió a la casa de Rubén A. L., que fue consumida por las llamas. Tres ambientes resultaron completamente destruidos, con paredes derribadas, muebles calcinados y documentos reducidos a cenizas. Además, se hallaron restos de objetos quemados en la vía pública, evidenciando que varios enseres fueron sacados para ser incendiados.

Un testigo que ingresó al inmueble tras el incendio describió que lo único que quedaba eran cenizas. Horas más tarde, la zona mostraba un ambiente desolado, con calles vacías y vecinos que evitaban salir o hablar sobre el suceso con las autoridades, una actitud que la Policía atribuye a un pacto de silencio que complica las investigaciones.

La Felcc, en coordinación con la Fiscalía y peritos especializados, está reuniendo pruebas para identificar a los responsables tanto materiales como intelectuales del linchamiento y el incendio. Según un informe preliminar, la víctima era señalada por la comunidad de haber cometido varios robos en el barrio, aunque las autoridades enfatizaron que ninguna acusación justifica la violencia ejercida por la multitud.

Hasta el momento no se han realizado detenciones, pero la Policía anunció que se abrirán procesos por homicidio, destrucción de bienes y asociación delictuosa, mientras continúan las pesquisas en una zona que ahora se encuentra marcada por el miedo y el silencio

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