La preparación final de la selección nacional en La Paz culminará este martes por la mañana. Posteriormente, pasado el mediodía, el equipo se trasladará a Barranquilla, donde tiene programada una sesión de entrenamiento y un reconocimiento del campo de juego.
Previo al desplazamiento de la delegación, el director técnico de la Absoluta, Óscar Villegas, ha manifestado su firme convicción de que el anhelado retorno de Bolivia a una Copa Mundial, después de tres décadas de ausencia, es un objetivo plenamente alcanzable para el plantel. La estrategia delineada incluye la aspiración de obtener al menos un empate frente a Colombia y asegurar una victoria decisiva contra Brasil en la ciudad de El Alto, durante la última jornada de las eliminatorias.
Esta confianza se fundamenta en la actual posición del equipo, que se encuentra a tan solo un punto de distancia de la zona de repechaje. Ante la magnitud de lo que está en juego, el estratega ha adelantado que se presentará la mejor formación posible contra Colombia. El propósito es superar a Venezuela en la tabla de posiciones y llegar al crucial enfrentamiento contra Brasil con una mayor holgura y determinación.
Durante el periodo de concentración, el cuerpo técnico ha dedicado esfuerzos significativos al aspecto psicológico, buscando mitigar la presión inherente a estos dos encuentros fundamentales. En paralelo, el trabajo futbolístico ha mantenido la misma metodología implementada en las sesiones de entrenamiento previas, las cuales se llevaron a cabo a puertas cerradas.
Villegas ha enfatizado la importancia de afrontar los partidos con serenidad, una filosofía que ha guiado su gestión desde el inicio. Su mensaje constante al equipo es de empoderamiento y motivación, evitando que la expectativa se convierta en una carga. Por el contrario, busca que esta genere un impulso positivo, tal como se ha manejado en ocasiones anteriores
